Isabel casó con Juan Domínguez Palermo, que dio su nombre a un barrio de la ciudad de Buenos Aires. Miguel Gómez recibirá en su carácter de vecino poblador de la ciudad encomienda de indios y mercedes de tierras; la chacra N° 7 al norte de la ciudad que heredó su hija Isabel, donde hoy se alza el barrio porteño de Palermo, y una estancia al sur en los pagos de la Magdalena. Estas mercedes eran gracia real, pues la tierra pertenecía al rey de Castilla, pero los conquistadores las consideraron un pago retributivo de sus inversiones en capital y trabajo que demandaba la conquista, de aquí proviene el nombre de “pagos” con que se denominaron las diferentes comarcas rurales. La obtención de mercedes era muy importante para la producción de los bienes agrícola-ganaderos, que garantizaban el sustento de la familia colonizadora o generaba un excedente de producción lucrativo, que se lograba mediante el propio esfuerzo. Además la posesión o tenencia de mercedes otorgaba la vecindad, que era condición necesaria para ocupar cargos públicos en el cabildo. Miguel Gómez, ocupó cargos en el cabildo de Buenos Aires. Falleció antes de 1606, fecha en la que testó su mujer.