Peña es un apellido
toponímico
de origen navarro,
proveniente de la Sierra
de Peña (Navarra),
que se hace castellano
y toma solar en el Valle
de Mena (Burgos),
desde donde se extendió por toda la Península.
Las primeras referencias de este apellido se remontan al año 750.
El apellido en la actualidad; si bien es cierto
que el apellido tiene una raíz plenamente hispánica, también lo es
que muchos personajes que así se denominaban tuvieron un papel muy
importante, participando, activa y
valerosamente, en la conquista de América.
Por todo ello, el apellido ha sido muy extendido, no sólo por toda la
Península, sino también en aquellos lugares donde la influencia española
es o fue evidente.
Debido a su gran antigüedad, es difícil asegurar el solar original
del apellido Peña, pero algunos genealogístas
lo situán en la Merindad
de Sangüesa en donde se encuentra el caserío Torre
de Peña en las faldas de la sierra del mismo nombre, y además
tienen a Oto de la Peña como el fundador y tronco de este linaje,
Caballero que auxilió a García
Ximénez, primer Rey
de Navarra, en sus empresas contra los moros por los años 750.
Existen dos variantes Peña y De la Peña, y aparece en algunos
compuestos en honor a miembros destacados de la familia que dieron
lugar a sus propios linajes. Pero no hay que no hay que confundirlo con Peñafiel (castellano),
Peñalosa (aragonés) o Peñascal (extemeño), ni hay que pretender
verlo en otros toponímico, compuestos con diferente origen como Peña del Moral,
Peña del Palacio, Peña de Soller, Peña de Valdivieso, Peña de
Velasco, Peña del Cura, Peña de Camos, Peña de la Cruz, Peña de
Lomas, Peña de Osorio o Peña de Porres.