Capilla de los Escoceses
 
 
 
Este libro trata sobre los primeros pobladores desde el período de la Fundación de Buenos Aires hasta el siglo XIX. Como se formó la localidad de Glew; los pleitos por las tierras, etc. Aquí sólo transcribimos el capítulo que concierne a los ancestros de la familia Macaluse, cuando aparece el nombre de alguno de ellos, observa que hay un link que te lleva a su árbol. Si haces click sobre la imagen puedes bajar el libro completo en archivo de Word.
 

Los Gringos: Ingleses, Escoceses e Irlandeses

 

                    Iniciamos esta historia con Santiago Rodger, nacido como James Rodger en un paraje llamado Renfrewshire de Escocia, en el pueblo de Bridge of Wire en 1797. Población de origen medieval, que por 1790 conoció un primer período de crecimiento al instalarse una fábrica de algodón; el siguiente paso en el crecimiento de esta población fue en 1860, con la llegada del ferrocarril, pero mientras tanto la historia de Santiago Rodger tomaba otro rumbo.

                    En 1818, el 11 de julio se casa con Euphemia Bryce, nacida en 1796 y fallecida el 2 de junio de 1857 en Buenos Aires, en la misma iglesia donde había sido bautizado cercana a la actual ciudad de Renfrew, hijo de James Rodger e Isobella Jack. Este matrimonio tiene varios hijos y en 1825 se embarcan en el buque Symmetry, viajan James, su esposa Euphemia y sus hijas Eufemia, Cristina, Juana y Elizabeth, junto a más de 200 colonos escoseses con destino al Puerto de Buenos Aires. La mayoría de ellos se instala en la zona que hoy conocemos como Santa Catalina y sus alrededores, de esta manera la familia Rodger adquiere un campo a María Martínez, en lo que hoy conocemos como Glew e instala un establecimiento llamado "New Caledonia", allí la familia se afinca y comienza a construir dos casas de material con techo de paja, bebederos para los animales, cercos, etc. En 1837 Santiago Rodger registra una marca de ganado, que al igual que el nombre del establecimiento, se refiere a su tierra natal, elige el diseño de una flor de cardo, flor nacional de Escocia.

                    En 1847, sintiéndo que su salud se deteriora rápidamente, Santiago Rodger redacta su última voluntad y testamento, lo realiza en inglés, idioma que no dejó de usar para llevar el registro de sus actividades comerciales. En este documento indica que deja sus propiedades en este País, a su esposa e hijos, debiendo hacerse argo de los menores hasta los 21 años. Por otra parte cede los derechos adquiridos sobre su casa paterna en Escosia a su hijo mayor James Rodger.
Santiago fallece el 1 de abril de 1849 y es sepultado en el Cementerio de Disidentes, iniciando su familia la sucesión en 1854.

                    Los hijos sobrevivientes de Santiago y Euphemia son: Diego Rodger, nacido alrededor de 1830; Eliza Rodger, viuda con hijos en 1854 y residente en San Vicente, en la propiedad familiar; Ana Rodger, nacida en Buenos Aires y menor de 22 años en 1854, posteriormente casada en la Parroquia de la Concepción el 3 de mayo de 1855 con Pedro Celestino Jimenez, hijo de Manuel Jiménez y de Victoria Cárdenas; Isabel Rodger, casada con el escosés Guillermo Shedden, vecinos de Chascomús; Cristina Rodger, casada con John McLean, también escosés y vecinos de Luján y Juana Rodger, casada con Hugh Robson, hijo de una importante familia escosesa, también estancieros en Chascomús.

                    Debido a los pleitos entre los hermanos finalmente deciden vender la propiedad para repartir la herencia, por lo que el establecimiento New Caledonia es puesto en subasta pública el 11 de mayo de 1858, hubo un remate previo el año anterior, que el juez a cargo de la testamentaría anula, de esta forma después de pujar Martín Nazar con Juan Glew, éste último se hace acreedor de la propiedad por el valor de 261.000.- $ m/c.

                    El 18 de agosto de 1858, el alcalde del cualter 3° de San Vicente, jurisdicción a la que pertenecen las tierras en ese momento, José Francisco Montes de Oca, se hace presente en la propiedad con Juan Glew y se reune con los vecinos de este terreno: Agustín Reyes, Laurencio Bustamante (por su madre Ernestina Cáceres), Celestino Ortega (por su madre Gregoria Avila), Santiago Arias, Anacleto Ponzati hijo y Pedro Gil (por ausencia de Eugenio Burzaco). En el mismo acto proceden a entregar órdenes de desalojo a Leonarda Oliba y Eliza Rodger de Rebis, por ocupar sendas casas en la propiedad y a Guillermo Juan Corrales por ocupar terrenos con su ganado.

                    En el transcurso de la sucesión se puede apreciar que el establecimiento New Caledonia, tenía vacas, en mayor proporción ovejas, yeguas y plantación de papas, maíz y zapallos.
Durante la sucesión se presenta un reclamo por cobro de deuda a Santiago y Euphemia
Rodger por parte de los hermanos Olegario y Micaela Ortega, quienes le venden combustible de su establecimiento en San Vicente. Los herederos alegan que la deuda no existe en virtud de que los Ortega ocupan sin pago de arrendamiento parte de las tierras, pero finalmente acceden al pago de la misma.

                    En la sucesión N° 6109, de Juan Glew, encontramos como evolucionó el Establecimiento New Caledonia, que con el paso del ferrocarril y la estación en terrenos de Juan Glew, se empezó a conocer con el nombre del propietario hasta nuestros días: Glew.

                    Según el testamento de Juan Glew, de fecha 5 de julio de 1880, sabemos que era de religión protestante, nacido en Inglaterra, hijo de Williams Glew y de Fanny Earl.

                    Como parte de los documentos de la sucesión se incorporan los testamentos de Eduardo Seymour, del 7 de noviembre de 1864 y el de Fanny Earl de Glew, del 6 de julio de 1871. ambos nos cuentan una historia familiar.

                    Fanny Earl, nacida en Inglaterra en 1785, hija de Robert Earl y de Margareth Seymour, contrae matrimonio con Williams Glew y tienen dos hijos: Williams y John, nacido en 1820. Algún tiempo después la familia emigra a Buenos Aires, donde a los cuatro años fallece el hijo mayor Williams, y en algún momento posterior su padre, por lo que desde entonces se conoce a Fanny como la viuda de Glew.

                    Por el testamento de Eduardo Seymour sabemos que por más de 30 años, él y Fanny convivieron juntos sin tener descendencia, por lo que la reconoce como su compañera leal y la nombra su única y unversal heredera. Eduardo Seymour había nacido en 1805 en Londres y fallecido el 7 de noviembre de 1865 en Buenos Aires.
                    Juan Glew fallece en Buenos Aires el 6 de julio de 1880 y dice en su testamento que es soltero, pero reconoce a sus hijos naturales, de los cuales se agregan las actas de bautismo realizadas en diferentes parroquias de la ciudad de Buenos Aires. Por estas actas sabemos que todos son hijos de Polonia Ramírez, nacida en 1838 en Buenos Aires e hija de Isabel Ulloa, que vive en casa de Juan Glew en 1880 y tiene más de 70 años de edad y ningún recurso económico, por lo que la sucesión decide mantenerla con una pensión por ser la abuela natural de los herederos.

                    Los cinco hijos de Juan Glew son menores de edad al momento de su fallecimiento y en el testamento nombra como tutor a Julián Rosquellas, quien se hace cargo de los niños y de la administración de la herencia como albácea testamentario.

                    Los hijos de Juan Glew son: Carlos María, nacido el 11 de diciembre de 1863; Gregorio Jorge nacido el 16 de febrero de 1873; Isabel Cayetana nacida el 7 de agosto de 1874; Alfredo Miguel nacido el 29 de septiembre de 1869 y Juan Roque nacido el 16 de agosto de 1866.

                    Los bienes son un establecimiento de campo en el partido de Almirante Brown, otro en el Partido de Magdalena y varias propiedades, casas y terrenos, en la ciudad de Buenos Aires, donde vivía frecuentemente con la suegra Isabel Ulloa o sus hijos cuando no estaban en el campo de Almirante Brown.

                    El establecimiento de Magdalena lo tenía arrendado a Enrique del Mármol y así continúa durante la administración a nombre de sus hijos menores, al igual que el resto de las propiedades; la única venta que se realiza son las de los terrenos de la ciudad unos años después de su fallecimiento.

                    En el caso de Almirante Brown, esta propiedad es adjudicada a tres de sus hijos: Carlos, Juan y Alfredo, pero por ser menores no pueden hacerse cargo de la administración y el tutor y el juez deciden alquilarla al vecino Antonino Cambaceres, vendiéndole el ganado, por un período de cinco años hasta que los herederos alcancen la mayoría de edad.

                    Para la firma de este contrato se realiza un inventario y tasación de bienes que nos permite apreciar el crecimiento del establecimiento desde que Glew se hace cargo al comprarla a la sucesión de Santiago Rodger.

                    En 1886, la propiedad está dividida en siete potreros, se encuentra atravesada por la vía del ferrocarril, el camino a San Vicente, actual Ruta 210, y unos caminos internos para comunicación de los potreros entre sí, que corresponden a las actuales calles: Méndez, Avellaneda y Caseros. En el potrero 7 se encuentran las edificaciones principales, los terrenos alambrados y las tierras de mejor ubicación; en el resto del terreno hay cuatro puestos: Coquimbo, El Ombú, Tacuarembó y Chuquisaca, construcciones de inferior calidad para peones y herramientas. Otra mejora realizada fue la donación de los terrenos para la estación del ferrocarril y la construcción frente a esta de un almacén de ramos generales, del lado de la actual Ruta 210, que alquiló a Moises Poggi desde 1871 hasta 1884, en que la entrega al arrendatario Antonino Cambaceres. Por último existe en expediente separado la cuenta de la empresa Maderni y Cía. de Tandil por el empedrado inglés con sistema hidrófugo realiza en la entrada de su propiedad, que tiene los sellos de aprobación municipal por parte del ingeniero director de la oficina de Obras Públicas: N. Jaques.

                    Cuando en 1886 se realiza la medición es a los fines de determinar como dividirla en tres partes equivalentes para cada uno de los herederos, pero Carlos, que llega a la mayoría de edad en primer lugar, decide dejar la división en potreros y quedarse con los números 2, 4 y 5, pagándole a sus hermanos la diferencia en el plazo de dos años y medio, cosa que realiza cuando se liquidan las acciones de la Compañía de Gas que Juan Glew tenía en el Banco Nación.

                    En 1888, llega a los 21 años Carlos Glew, que decide quedarse con el potrero N°1 y le deja a Alfredo los números 3, 6 y 7.

                    Al iniciarse el expediente sucesorio el Juez a cargo solicita al Juez de Paz de Almirante Brown el inventario y tasación de los bienes del difunto en dicho Partido. Por este motivo se encarga el trabajo al Alcalde del cuartel 5°, Juan Antonio Loray, acompañado de los vecinos Policarpo Grigera y Federico Badié, orden que firma Ramón Fonseca, intendente y que lleva el primer sello municipal, de forma ovalada con la Fragata 25 de Mayo en el centro y la leyenda Juzgado de paz, arriba y Partido de Almte. Brown, abajo.

                    Al comparar el plano de Glew que se encuentra en el legajo con otro de 1940, podemos ver como cada potrero fue loteado por sus herederos, quedando una planta urbana diferente en cada caso, sin tener en cuenta el diseño de una ciudad o pueblo y tomando como referencia los alambrados que separaban cada uno de estos potreros transformándose en calles.

                    Por otra parte, cuando Carlos Glew se queda con el potrero N°1, indica que de acuerdo a la tasación si bien es el más extenso, tiene las tierras más bajas y de peor calidad de los siete, así como una importante zona de bañado con agua permanente. Este bañado que en siglos anteriores representaba una fuente de riquezas, para la cría del ganado, ya entrado el siglo XX se transformó en una manera de bajar el valor de la tierra por ser una pesadilla para los modernos "urbanistas". Este es el paso de estructura rural a urbana y el inicio de los loteos, que dieron origen a la actual ciudad de Glew.


Notas
1. Fumiere, Jorge P. Origen… p 150
2. Censo Provincial de 1881. p 159
3. AGN. Registro Escribano Martín Rocha (1782)
4. AGN. Padrón de 1744 - Ciudad (versión digital)
5. AGN. Padrón de 1744 - Partido de Magdalena. (versión digital)
6. Cutolo Vicente. Nuevo Diccionario Biográfico Argentino. p 84
Fuentes
Archivo General de la Nación
Biblioteca de la Academia Nacional de la Historia
Biblioteca Popular y Municipal Esteban Adrogué
Parroquia San Gabriel Arcángel, Adrogué
Registro Civil N°1 Almirante Brown, Adrogué
Bibliografía
Archivo General de la Nación (AGN). Sucesiones
3496. Domingo de Avila. (1841)
6109. Juan Glew (1881)
7793. Bernardino Rincón (1836)
7820. Santiago Rodger (1854)
8088. Francisco Rincón y Flores M. (1871)
Adrogué, César. Notas históricas de las comunas de Lomas de Zamora y Almirante Brown (Adrogué). Buenos Aires, noviembre de 1911.
Archivo de la Dirección de Geodesia, Castrato y Tierras. Catálogo General de mensuras de la provincia de Buenos Aires. La Plata. 1945
Celton, Dora E. La población, desarrollo y características demográficas. En: Academia Nacional de la Historia. Nueva Historia de la Nación Argentina. Buenos Aires. Planeta. 2000. tomo IV
Fernández de Burzaco, Hugo. Aportes biogenealógicos para un padrón de habitantes del Río de la Plata. Buenos Aires. s/f
Fumiere, Jorge P. Origen y formación del Partido y Pueblo de Almirante Brown. Archivo Histórico Dr. Ricardo Levene. La Plata, 1969
García Belsunce César A. Buenos Aires, su gente (1800-1830). Buenos Aires. 1976
García Belsunce César A. El Pago de la Magdalena. Su Población (1600-1765). Academia Nacional de la Historia. Buenos Aires. 2003
Gullotta, Víctor Gabriel. San Francisco Solano: Una historia para contar (1580-1993). El Monje Editor. 1993
Jauregui Rueda, Carlos. Matrimonios de la Catedral de Buenos Aires. Buenos Aires. Fuentes Históricas y Genealógicas Argentinas. 1987


Prólogo I
Introducción 1
Divisiones administrativas al sur de la provincia de Buenos Aires 4
La propiedad de la tierra 11
Historia de un título 12
La familia Arce 15
La familia Rincón 17
Genealogía de los Rincón 18
Las apariencias engañan 32
Los Gringos: Ingleses, Escoceses e Irlandeses 36

 
 
 
 

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