Ellos eligieron mi vida, y por el camino fui...
Estaba lleno de sombras y yo no gemí...
Encontré mucha tristeza y yo sonreí...
La noche era larga y fría y yo la seguí.
Fui escalando las montañas que estaban llenas de piedras,
sin comprender el motivo, de tan ingrata condena.
Cuando llegaba la noche me refugiaba con pena...
en cualquier montón de tierra...
Y preguntaba al viento ¿Donde termina el camino?
Y el aire me contestaba, empujándome hacia el rio.
En su agua transparente yo contemplaba los peces...
¡Mientras moría de frío!
Con mi maleta de sueños continúe buscando un nido
y alguien que me dijera... cual sería mi destino.
De paso y sin quererlo... encontraba enemigos.
Cuando yo me debatía con el hambre y con el frío,
apareció ante mis ojos la imagen de un amigo...
¡Era un guacho como yo! Perdido en cualquier camino...
Me acompañó a todas partes con su don de sacrificio
y conversaba con el y me llenó de optimismo...
¡Para ganarme el pan fue muy grande el sacrificio!
Pero igual feliz yo era... teniendo a mi perro amigo...